La Industria 4.0, que ganará protagonismo este mismo año y no dejará de evolucionar, consiste en una serie de tecnologías avanzadas, como la prevención automatizada, que logra que más y más procesos de las empresas se realicen de forma autónoma. Estos sistemas requieren de cierto grado de vigilancia humana, pero libera gran parte del tiempo de los trabajadores para tareas de valor añadido.

Otra de las tendencias principales se dará en los campos de la Inteligencia Artificial y la salud. Se están creando todo tipo de soluciones para atenuar el impacto de la pandemia. Por ejemplo, controlando la correcta utilización de los equipos de protección (EPIs) por parte de los trabajadores, garantizando las distancias de seguridad o limitando los aforos con la ayuda del procesamiento de imágenes.

Y, por último, no podemos dejar de lado el mantenimiento predictivo en la industria, que ayuda a las empresas a optimizar los más variados procesos gracias a la información de futuro de la que se dispone. Los ejemplos de estas aplicaciones son infinitos, desde la detección de la mercancía de un camión que llega a una planta de fabricación y se prepara su recepción o la trazabilidad de las cadenas de logística para garantizar que cada etapa está prevista.